La elección del menú

El viernes estuvimos la dos familias, Aramburu-Irazabal y Olague-Fernández eligiendo el menú de boda. Nos lo pasamos francamente bien. Nos sentamos a las 9 de la noche y nos levantábamos del Restaurante Castillo de Gorraiz a la una de la madrugada, así que os podéis hacer una idea.

Nada más llegar, nos explicarón cómo iba a estar decorada y organizada la mesa ese día y nos presentó los vinos que tendremos el día de la boda. De 4 tintos, tuvimos que elegir uno. Durante la cena pudimos probar dos. Y parecía que no, pero no sería lo más fácil de la noche. Y eso que nuestro enólogo Mikel, parecía que lo tenía claro al ver los tipos de vinos que había. No os voy a decir cuál elegimos, pero sí que os diré, que por supuesto navarrico.

Sergio, hermano de Mikel y Saioa, hermana de Naiara.

Después, catamos los 21 entrantes entre todos. Que aunque nos íbamos pasando todos los platos, terminamos muy hinchados. Nos sacaron los entrantes en grupos de 4 y de cada uno teníamos que elegir uno. Así que ya sabéis, habrá 4 entrantes.

A continucación, tres sorbetes para elegir uno y después, el pescado. Probamos cuatro tipo de pescados con salsas diferentes. Todo hay que decirlo, el pescado no estaba muy buena, pero ya nos asegurarón de que en la boda estará riquísimo. Así lo esperamos.

Jesús e Isabel, el padre y la madre de Mikel.

Y por último, la carne. Cuatro tipos de carne con diferentes acompañamientos. Todas muy rícas y de temporada.


Y después de la carne y para rebajar lo comido hasta ahora nos sirvieron una pequeña  bebida, que por cierto, a mi no me gustó ninguna. Y ya, el postre. En esta ocasión también 5 postres diferentes; todos ellos con una decoración preciosa. Eso sí, el sabor para mi no tanto, pero para Sergio, amante de los postres, una delicia.

Pedro y Conchi, el padre y la madre de Naiara.

Esta claro que, a todo el mundo no le va a gustar todo porque incluiso a nosotros todo no nos apasiona, pero creemos que hemos elegido un menú ligero, dentro de lo que son los menús de boda y que más o menos es apetecible para todo el mundo. Y bueno, que si no lo es, pues lo podéis decir tranquilamente.

Ya os lo he dicho al principio, lo mejor la compañía y que estábamos cenando en el salón donde celebraremos nuestro banquete de boda, que el baño era el mismo que pisaremos una vez nos hayamos dicho el sí quiero, etc. Y bueno, que ya nos lo dijo el del restaurante, la boda está a la vuelta de la esquina.

P.D.: También nos estregramos la organización de mesas, así que ya nos podemos poner a organizar las mesas para decidir cómo os sentaréis. Sin empezar, ya parece que será una dura tarea.